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Isla María Cleofas. Fotografía: ©Archivo GECI / J.A. Soriano

Islas Marías: Reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad

27-02-2019
Por: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C.
El archipiélago Marías está conformado por 3 islas: María Madre (147 km2), María Magdalena (86 km2) y María Cleofas (27 km2) y el islote San Juanito (12 km2). Este territorio federal se ubica en la zona tropical seca de México, frente al estado de Nayarit, a 80 kilómetros de Punta Mita.

Las Islas Marías como Colonia Penal y Complejo Penitenciario
A lo largo del siglo XIX, las islas Marías tuvieron diferentes propietarios y no es sino hasta principios del siglo XX, en enero de 1905, que el gobierno federal adquiere su posesión. Es también en ese mismo año que, mediante decreto del entonces presidente General Porfirio Díaz Mori, el gobierno mexicano destina a las islas Marías como una Colonia Penal. Desde 1908, la Colonia Penal Federal Islas Marías (CPFIM) se manejó en el ámbito de competencia de la Secretaría de Gobernación (SEGOB). El 1 de noviembre de 1930, se publica el Acuerdo por medio del cual se confiere a la SEGOB el control sobre el aprovechamiento de los recursos naturales del archipiélago. El 30 de diciembre de 1939, el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, decretó el Estatuto de las Islas Marías, el cual establece la facultad del ejecutivo federal para organizar el trabajo, comercio y la explotación de las riquezas naturales de las islas del archipiélago. Posteriormente, en 1991, el Reglamento de la Colonia Penal Federal Islas Marías establece que los recursos naturales existentes en las islas Marías debían ser racionalmente utilizados por sus habitantes en forma eficiente y socialmente útil, procurando su preservación y la del ambiente.

Con la creación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el año 2000, la CPFIM pasó a ser de su competencia, bajo la administración directa del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS). También en el año 2000, mediante un esfuerzo interinstitucional entre la SSP y la SEMARNAT para proteger la gran diversidad de flora y fauna marina y terrestre del archipiélago, éste fue decretado el 27 de noviembre como ANP con la categoría de Reserva de la Biosfera. Posteriormente, el 1 de abril de 2010, con la reforma del Estatuto de las Islas Marías, la Colonia Penal pasó a ser Complejo Penitenciario. El 30 de noviembre de 2012 se publica el Reglamento del Complejo Penitenciario Islas Marías, que abroga el Reglamento publicado en 1991. Finalmente, el 18 de febrero de 2019, el Presidente Andres Manuel López Obrador, en un hecho histórico y trascendental para nuestro país, anunció el cierre del Complejo Penitenciario Islas Marías.

Las Islas Marías y su riqueza natural
Este archipiélago es hogar de una gran variedad de plantas y animales, tanto en tierra como en el mar. La biodiversidad de este territorio insular es considerada como un relicto de la biota del trópico seco mexicano que ha permanecido aislado del continente por más de ocho millones de años, y que actualmente funciona como un rico reservorio de especies de flora y fauna, muchas exclusivas a esa región. Se han documentado 387 especies de plantas vasculares, siendo que más de una decena son endémicas, así como 27 especies de reptiles, 13 de mamíferos terrestres y 158 de aves, muchos endémicos.

Además de ser Reserva de la Biosfera, desde 2005 las islas Marías son también reconocidas como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El 10 de junio de 2011, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, por conducto de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, publicó el Programa de Manejo de la Reserva de la Biosfera Islas Marías. Este instrumento sigue vigente y en él se establecen las actividades permitidas (por ejemplo: investigación y colecta científica, monitoreo del ambiente y educación ambiental) y las actividades no permitidas (por ejemplo: turismo, pesca, exploración y explotación minera e introducción de especies exóticas invasoras) dentro de la Reserva de la Biosfera.

Las islas como prisiones en el mundo
Históricamente, las colonias penales alrededor del mundo eran utilizadas como una fuente de mano de obra barata, pues era común que las personas privadas de su libertad desarrollaran trabajos forzados como parte de su sentencia. El sistema penitenciario era severo, incluso algunas veces involucraba maltrato físico, por lo que aunque muchas personas privadas de su libertad no eran sentenciadas con cadena perpetua, algunos llegaban a morir por hambre, enfermedades, trabajo excesivo, o bien, morían en un intento de fuga. En el mundo, las colonias penales más conocidas son las que mantuvo el Imperio Británico en Australia durante los siglos XVIII y XIX, y Francia durante los siglos XIX y XX en la Guyana Francesa, incluyendo la isla del Diablo que finalmente cerró como prisión en 1951.

En México, el traslado de los delincuentes a puntos apartados tiene una tradición muy larga. Comenzó en la Colonia, operadora de los presidios —baluartes adelantados en la ocupación de territorios—; prosiguió en la primera etapa independiente; continuó bajo el Porfiriato —aplicador de transformaciones infames—; persistió en los años inmediatamente posteriores a la Revolución Mexicana; y culminó en la Colonia Penal Federal de las Islas Marías. La idea de utilizar a los reclusos como “colonos” atraviesa toda la historia del penitenciarismo mexicano.

A la fecha, quedan muy pocas colonias penales en islas en el mundo. En Filipinas —un país insular con más de siete mil islas— se encuentran cuatro colonias penales, denominadas prisiones y granjas penales: Iwahig, Sablayan, San Ramón y Davao. La isla Coiba en Panamá, luego de operar como prisión durante 85 años, cerró en 2004 y fue decretada como área natural protegida —parque nacional— y ya ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. De hecho, el Complejo Penitenciario Islas Marías y la colonia penal de Coiba eran las únicas prisiones insulares de América que llegaron al siglo XXI. Por ello, el cierre del Complejo Penitenciario Islas Marías es un hecho trascendental, pues es congruente con la tendencia a nivel mundial y sobre todo, por la valoración de las islas como sitios valiosos para la conservación ambiental.

Restauración ambiental de las Islas Marías
La mayor amenaza para la conservación de las islas Marías son las especies exóticas invasoras. Se trata de especies que, en la mayoría de los casos, fueron introducidas por el hombre. Los herbívoros introducidos causan severos impactos sobre la flora, destruyen el hábitat natural y compiten con los herbívoros nativos. Es grave el caso de las cabras ferales en María Madre, María Magdalena y María Cleofas, así como el del venado en María Magdalena. Por su parte, los gatos domésticos que se convierten en ferales, junto con la rata negra, son los principales causantes de la disminución de las poblaciones de reptiles, mamíferos y aves nativas. Los impactos de las especies introducidas incluyen la probable extinción de dos mamíferos endémicos, el ratón arrocero (Oryzomys nelsoni) y el ratón de las Islas Marías (Peromyscus madrensis), así como la extirpación del ratón marsupial (Tlacuatzin canescens). Otras especies nativas, como la boa, la iguana y la tortuga carey son capturadas de forma ilícita para el aprovechamiento de sus pieles.

Entre 2006 y 2009, la CONANP en coordinación con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), realizaron una serie de visitas al archipiélago para establecer líneas base sobre la flora y la fauna de cada una de las islas. En estas expediciones participaron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y personal del Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A.C. (GECI). Este último desarrolló un diagnóstico de las especies exóticas invasoras en las islas del archipiélago e integró una propuesta para su erradicación, con el planteamiento de enfocar los esfuerzos isla por isla, iniciando con aquellas que son zona núcleo y escalando por el tamaño y complejidad. En ese sentido, desde 2015, con el respaldo de la Alianza WWF – Fundación Carlos Slim, la CONANP y el GECI han implementado acciones de conservación y restauración ambiental en las islas María Cleofas y María Magdalena, incluyendo monitoreos de especies nativas y exóticas tanto en temporada de secas como de lluvias. Ello ha permitido, por ejemplo, añadir cuatro nuevos registros al listado de vertebrados en Isla María Cleofas: un anfibio y tres reptiles. Asimismo, se confirmó la presencia del ratón marsupial, del cual no se tenía registro desde 1991. A lo largo de estos años, además, se ha registrado la disminución en el ramoneo de especies nativas y endémicas de plantas por parte de las cabras ferales, gracias a las acciones de manejo que se están implementando. Un ejemplo es la cícada (Zamia paucijuga) —presente sólo en esta isla— que de no presentar reclutamiento, ahora ya se pueden encontrar renuevos de más de un metro de altura. Estas acciones continuarán durante 2019, ampliándose a la isla María Magdalena.

Todas estas acciones refuerzan la decisión del Gobierno de México de privilegiar la condición de las Islas Marías como Área Natural Protegida, fomentando así la conservación, la restauración, la investigación y la educación ambiental en estos territorios insulares, que son de los más valiosos de nuestro país en términos de biodiversidad, recursos naturales y soberanía.