11-10-2019
Por: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A.C.
Durante el pasado mes de septiembre, el Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI), A.C., colaboró con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos en la implementación de un programa de control de plantas exóticas invasoras en la isla Farallón del Sureste, frente a San Francisco, California.
Las islas Farallón albergan la mayor colonia de anidación de aves marinas en la zona costera de los Estados Unidos, así como la mayor colonia de gaviota occidental del mundo, y contienen la mitad de la población mundial de paíño cenizo. Debido a estos importantes atributos biológicos, y a que dichas islas son un corredor biológico y sitio de reproducción de cinco especies de mamíferos marinos (de los que se alimentan los majestuosos tiburones blancos), en 1909 la zona fue decretada Refugio Nacional de Vida Silvestre por el gobierno de los Estados Unidos. Este lugar es tan interesante como frágil, por lo cual está cerrado al público en general con ciertas excepciones para realizar investigación científica.
Al igual que numerosos territorios insulares alrededor del mundo, las islas Farallón han sufrido impactos antropogénicos severos que datan de finales del siglo XIX. La cacería indiscriminada, fragmentación del hábitat e introducción de especies exóticas, han afectado a este refugio biológico clave. Una de las especies que fue introducida —muy probablemente por ser comestible —, es la planta conocida como “espinaca de Nueva Zelanda” (Tetragonia tetragonoides), la cual tiene efectos adversos en el ecosistema insular, tales como la disminución de hábitat para las especies que anidan a nivel de suelo y el desplazamiento de flora nativa.
Por lo anterior, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos cuenta con una brigada que se dedica al control de plantas exóticas invasoras en la isla Farallón del Sureste, denominada “Equipo Espinaca” (Team Spinach), del cual Eva Benavides, especialista en conservación de GECI, formó parte. El intercambio de ideas y experiencias, siempre es una fuente de inspiración para todos los involucrados, para un manejo óptimo de la biodiversidad insular. ¡Felicitamos a Eva en su desempeño como “espinaca!”.