Proyecto binacional para rescatar al albatros patas negras logra un éxito de vuelo del 100 % Albatros patas negras, © GECI / J.A. Soriano

Proyecto binacional para rescatar al albatros patas negras logra un éxito de vuelo del 100 %

06-08-2021
Por: Conservación de Islas
El 7 de julio voló el último de los polluelos de albatros patas negras (Phoebastria nigripes) criados en la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe, de un total de 27 individuos transportados como huevos o polluelos desde el atolón de Midway, en Hawái, EE. UU.

Este proyecto de translocación de esta ave marina catalogada como una especie amenazada por la NOM-059-SEMARNAT-2010 sobresalió por conseguir un éxito de vuelo del 100%, es decir que cada uno de los huevos y polluelos que eclosionaron y fueron criados en Isla Guadalupe consiguió llegar a juvenil y abandonó la isla, aún con la complejidad de cruzar fronteras geográficas y políticas entre dos países, lo cual además de representar diversos retos en materia de gestión y logística en medio de una pandemia global, sentó un precedente de cooperación internacional entre agencias regulatorias de México y Estados Unidos en temas de vida silvestre, que persiguieron el único objetivo de rescatar a una especie de los efectos adversos del cambio climático.

Este gran esfuerzo de los gobiernos de ambos países, estuvo lidereado por científicos del Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C. (GECI) de México y del Pacific Rim Conservation de EE. UU., que además de realizar una larga travesía de más de 6,000 kilómetros con un equipaje muy delicado abordo de distintos tipos de transporte, utilizaron su experiencia de 20 años de investigación en la conservación del albatros de Laysan (Phoebastria immutabilis), para realizar un proceso que, en voces de expertos en translocaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), es innovador, ya que se realizó una crianza cruzada en la que los albatros de Laysan fungieron como padres adoptivos de los albatros patas negras, quienes ya habían habitado la isla con anterioridad hasta que los gatos ferales los extirparon.

Los polluelos transportados fueron criados por los biólogos, oceanólogos, veterinarios y biólogos marinos del GECI y PRC con las técnicas más actualizadas y siguiendo los mejores estándares en su alimentación y cuidado. Los resultados obtenidos de los huevos y polluelos transportados, hoy día volantones (nombre que reciben las aves juveniles en proceso de volar) fueron del 100% de éxito de vuelo, tanto en los individuos de crianza cruzada, así como, los de crianza asistida por humanos, lo cual ha sido un parteaguas en el proyecto, ya que las condiciones y retos enfrentados fueron de gran escala.

Este proyecto ha sido bien recibido y ha tenido un impacto positivo en la comunidad local de la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe, conformada por la cooperativa pesquera Abuloneros y Langosteros, S.C.L. La población infantil de la isla es de 35 niños —cuyas familias viven en la isla desde hace más de 60 años— que además de sus clases regulares, participan activamente en talleres de aprendizaje ambiental, en donde escucharon de la voz de los mismos biólogos que desarrollaron el proyecto, la importancia del rescate y repoblamiento de aves cuando éstas enfrentan peligros que representan su extinción. Las niñas y los niños conformaron una brigada a la que denominaron “Guardianes de la Isla Guadalupe”. Como parte de las actividades de esta brigada, se realizó una manta de recibimiento a los nuevos habitantes de Isla Guadalupe: los albatros patas negras.

Lucero Oregel, educadora ambiental del GECI y encargada de convivir y aprender con los niños de Isla Guadalupe, señaló que las sesiones que tienen cotidianamente desarrollan el interés de los niños por conocer su entorno y que las dinámicas que se siguen implican retos de reconocimiento de especies y su relación ecológica en la isla. Además, por medio de estos retos, los niños aprenden aspectos básicos del cuidado del medio ambiente. Las tareas de la brigada “Guardianes de la Isla Guadalupe” consiste en ganar insignias. En el caso de este proyecto, la insignia añorada era un pin de albatros patas negras y los retos para conseguirlo consistieron en identificar aves a través de imágenes, exponer tres retos del proyecto de translocación del albatros patas negras y la realización de la manta de recibimiento a los nuevos polluelos de Isla Guadalupe.

Para darle seguimiento a los 27 albatros patas negras que abandonaron Isla Guadalupe, se les marcó con un anillo de identificación, además ocho de ellos están equipados con geolocalizadores y cuatro de ellos llevan marcas de la red de monitoreo MOTUS, que es un proyecto global que utiliza un conjunto de antenas que registran el paso migratorio de aves marcadas con un pequeño transmisor. La señal de estos transmisores es detectada en forma automática y continua por las antenas que, instaladas en puntos estratégicos, pueden cubrir miles de kilómetros.

La innovación en este proyecto de conservación y restauración ecológica ha despertado gran interés en medios de comunicación especializados nacionales e internacionales, y en medios masivos como televisión y prensa, entre ellos sobresalen la prestigiosa revista Science Magazine, NatGeo en español, Mongabay Latinoamérica, Aristegui Noticias, La Crónica de México, Canal 11, Televisa Noticias y el programa de radio “Sustentable”.

El regreso de los albatros patas negras a la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe fue marcado por Oliver (el primer polluelo de esta generación nacido en la isla), así como el vuelo de Copo de Nieve (el primer volantón en emprender el vuelo hacia el océano) el 17 de junio, y que culminó el pasado 7 de julio con Rihanna, la número 7 de los polluelos de crianza asistida. Será entre 3 y 5 años, cuando esta primera generación regrese a anidar a su lugar de nacimiento en Isla Guadalupe.

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Albatros patas negras, © GECI / J.A. SorianoAlbatros patas negras, © GECI / J.A. Soriano