De la química del Océano a la vida de los petreles de tormenta © GECI / J.A. Soriano

De la química del Océano a la vida de los petreles de tormenta

01-09-2021
Por: Conservación de Islas
La naturaleza tiene delgados límites y mecanismos para que el equilibrio entre las especies funcione y para que puedan coexistir en el mismo espacio y tiempo, y consumir recursos similares. Las relaciones ecológicas entre las especies parecen planeadas en un orden matemático para que los recursos alcancen para todos. Pero ¿cómo funcionan estos patrones y cómo los científicos pueden corroborar estos datos?

Yuliana Bedolla es una científica, directora del proyecto aves marinas en el Grupo de Ecología Conservación de Islas, A. C. (GECI), que estudió estas relaciones en aves marinas, particularmente en los petreles de tormenta. Desde sus doce años, Yu —como la llaman en GECI—, decidió estudiar para ser bióloga marina cuando aprendió a nadar con snorkel y descubrió su pasión por el mar.

Su investigación, parte de su doctorado en la Universidad de Giessen en Alemania y publicada en la revista Marine Ecology Progress Series, utilizó el análisis de la dieta, membranas de huevos eclosionados, sangre en adultos y polluelos, y plumas de adultos de tres especies de petreles de tormenta que anidan en la isla San Benito Oeste, parte de la Reserva de la Biosfera Islas del Pacífico de la Península de Baja California, en un periodo de dos años, del 2012 al 2013. El petrel negro (Hydrobates melania), el petrel de Leach (Hydrobates leucorhous) y el petrel mínimo (Hydrobates microsoma), son aves marinas que evolucionaron en un mismo espacio geográfico, pero sus nichos ecológicos, es decir, el lugar en el que habitan y se desarrollan, varía de acuerdo con su etapa en el ciclo de vida. En las aves marinas esta segregación entre las especies se espera que sea más evidente durante la crianza de sus polluelos, ya que tienen que regresar constantemente a su nido a alimentarles y están restringidas a un espacio limitado.

Las técnicas de investigación utilizadas se basan en los análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno. Para la doctora en ciencias Yuliana Bedolla, esta metodología implicó uno de los mayores retos en su carrera para convertirse en científica, ya que, aunque contaba con los conocimientos teóricos, no tenía la experiencia práctica. La bióloga marina tuvo que aprender distintas técnicas desde cero y confiesa que esta fue una de las experiencias más enriquecedoras en toda su vida.

Pero ¿cómo funcionan los análisis de isótopos, qué información brindan a los biólogos estas variaciones en los elementos y cómo se relacionan con los hábitos alimenticios de estas aves marinas?

Los valores de isótopos estables de carbono indican de manera general en dónde se alimentaron estas aves, por ejemplo, si en zonas costeras o pelágicas, y los valores del nitrógeno reflejan el nivel trófico de sus presas, por ejemplo, si se alimentaron de krill o larvas de peces, ya que estos se encuentran en diferentes niveles de la cadena alimenticia.

Los resultados de la investigación revelan que, en la temporada de reproducción, estas 3 especies tienen distintas dietas y zonas de alimentación:
El petrel negro se alimentó de presas de un nivel trófico mayor y en aguas costeras, mientras que las otras dos especies se alimentaron de un nivel trófico menor en aguas oceánicas.

Los hábitos alimenticios también variaron en el tiempo. En 2012, las 3 especies usaron distintas zonas y consumieron diferentes presas. Por el contrario, en 2013, el petrel de Leach y el petrel mínimo se traslaparon en espacio y dieta. Los adultos del petrel negro alimentaron a sus polluelos con presas diferentes y de zonas distintas a las que ellos usaron para alimentarse. Por otro lado, el petrel mínimo alimentó a sus polluelos con las mismas presas que para sí mismo pero obtenidas de distintas áreas. Durante la temporada no reproductiva, esta diferenciación persistió entre estas tres especies de petreles de tormenta, excepto en el periodo de inicio de su migración, cuando nuevamente el petrel de Leach y el petrel mínimo compartieron espacio y dieta. Esta variación entre años y entre periodos (reproducción/migración) probablemente se deba a los cambios que ocurren en las condiciones del océano y a la disponibilidad de su alimento.

En esta investigación, la doctora Yuliana Bedolla y su grupo de investigación aprendieron cuáles son los recursos principales de los cuales dependen estas especies de aves migratorias y por qué es importante su conservación para su subsistencia. También descubrieron, a grandes rasgos, que son especies que utilizan y, por lo tanto, requieren extensas zonas marinas para cumplir con todo su ciclo vital, tanto en temporada de reproducción como durante su migración. Con una mirada hacia el futuro, Yuliana reconoce que es necesario hacer más estudios (por ejemplo, usar dispositivos de posicionamiento global, GPS) para definir a detalle cuáles son las áreas de importancia para la alimentación y conservación de estas aves marinas, y así proponer estrategias y medidas de manejo para su protección.

Artículo científico: DOI https://doi.org/10.3354/meps13645



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